NAVIDAD EN FRANCIA
Esta es la primera Navidad en mi vida que paso fuera de Panamá, por un lado, siento un poco de nostalgia de no haber podido viajar a Panamá para ver a mi familia y a mis amigos, pero cuando veo el lado positivo de las cosas, puedo decir que también me da tranquilidad saber que tienen buena salud y han podido llegar al final de un año tan difícil como lo ha sido el 2020.
A pesar de que cuando decidí venir a estudiar a Barcelona me imagine que mínimo una vez por mes iba a estar conociendo nuevas ciudades dentro de Europa la realidad es que con todas las restricciones que están implementadas hoy en día por el COVID lo más lejos que he podido llegar ha sido a Francia. Es cierto que hay algunos países que se pueden visitar en estos momentos, pero en mi caso viniendo de España me piden prueba de Covid negativa y tampoco estoy muy entusiasta de montarme a un avión para viajar en estos momentos cuando Europa atraviesa la segunda ola de contagios del virus.
Por eso Francia ha sido una buena opción ya que desde Barcelona es muy cerca y se puede ir por carretera o en tren y resulta bastante fácil. Desde Barcelona en auto son 2 horas aproximadamente hasta llegar a la primera ciudad francesa en la frontera con Cataluña-España que es Perpignan. En el verano logré visitar la zona de la península de Bretaña (aquí les dejo el enlace por si aún no han leído ese artículo) y ahora para navidad vine a la región de “Ile de France” ambos recorridos desde Barcelona son de 10 horas, pero en direcciones diferentes.
Ile de France es
la región más popular de Francia y en donde se encuentra la Capital del país, la
ciudad de Paris, conocida mayormente por ser un centro europeo de la moda, el
arte y negocios. Estuve 9 días en Francia de los cuales pasé 3 días en Paris y 6
días en Bures-Sur-Yvette que es una comunidad a las afueras de Paris a unos 35
km de distancia y en tiempo puede ser entre 35 a 50 minutos dependiendo del
tráfico.
Estando en Bures
Sur-Yvette puede recorrer otros pueblitos en los alrededores: Gif-Sur Yvette,
Orsay y Les Ulis. Todos son pueblitos pequeños entre 10k y 20k habitantes.
Estos pueblitos cuentan con un centro bastante pequeño donde normalmente se
encuentra una Iglesia, una plaza comercial con shops y un supermercado. Cada
domingo y miércoles tienen mercados locales donde puedes encontrar carnes,
frutas, legumbres, frutos del mar y comida lista para llevar. Especialmente en
la época de navidad estos mercaditos se ponen más pintorescos ya que son
decorados con el árbol de navidad, las luces y grupos cantando villancicos navideños.
¿Cómo fue la Noche Buena Francesa?
Al igual que en
América, se reúnen las familias a celebrar la llegada de Papa Noel (que en este
caso es Santa Claus) con una gran cena y se hace un menú especial navideño que
es bastante lejano y diferente de lo que comemos en Panamá.
La cena de Navidad
Luego de la comida salada viene la
parte especial de quesos en donde colocan 8-10 tipos de quesos diferentes para
comer con pan o con algún chutney especial. Para terminar y no menos importante
la parte del postre para los franceses es muy especial, el postre tradicional francés
para navidad es el Bûche de Noël que luce como un tronco y esta hecho de
bizcocho de chocolate con una crema de mantequilla en su interior. Además,
también se come la famosa Crema Inglesa que es una crema a base de leche,
claras de huevo y on top se le coloca caramelo, tiene la textura como de una
sopa. Por la parte de las bebidas no hay rastro de nada similar al ron ponche y
toda la cena se acompaña de diferentes vinos.
Durante la cena se cantan villancicos navideñas muy emotivos que dan un gran sentimiento a la celebración ya que todos en la familia participan y fue una de mis cosas favoritas de la cena navideña.
Los regalos de Papa Noel
los regalos no se colocan debajo del arbolito ya sea que vengan o no
de Papa Noel, cuando son las 12 media noche se colocan todos debajo del arbolito
y luego se van repartiendo por nombre, no siempre se coloca de parte de quien
va el regalo, lo cual encontré extraño porque después tienes que estar
preguntando quien te dio cada regalo. Algo que me gustó muchísimo y que le dio
más valor a la parte de los regalos es que regalan más cantidad de regalos, pero
no tan costosos sino más bien significativos con un significado especial como
por ejemplo álbumes de fotos, calendarios con fotos familiares y pequeños detallitos.
También regalan muchos, pero muchos libros, algo que creo jamás se da en una
navidad en Panamá.
El 25 de
diciembre: al igual que en mi país es el día de comer lo que sobró de la noche
del 24, normalmente se hace un Brunch u otra comida especial, con juegos de
mesa y se visitan otros familiares o amigos cercanos. Este año por ser especial
debido al COVID la mayoría de las familias permanecieron en casa con sus
burbujas.
El día 26 de
diciembre me moví a París centro para poder disfrutar un poco de esta ciudad en
época navideña. Por supuesto que lo más bello es como esta alumbrada toda la
ciudad con un plan que se llama “París Scintille” en donde se alumbran las
principales plazas y avenidas de la ciudad como los diferentes mercaditos, la
casa del alcalde, el monumento de la Bastilla y, por último, pero no menos
importante la Torre Eiffel”
Los principales
lugares turísticos de París estaban totalmente vacíos fue un poco shocking ver
El Museo de Louvre y La Iglesia de Notre Dame literalmente sin ninguna persona,
momento excelente para tomar fotos pero siento que un poco triste ya que el turismo
es de las principales cosas que le dan vida a una ciudad como esta. Actualmente
París presenta altas restricciones por el covid, el toque de queda es desde las
8 de la noche (20:00h) y los restaurantes están cerrados, solamente está permitido
ordenar por delivery o takeway.
La parte
comercial que más se podía aprovechar es la de las tiendas y centros
comerciales que si estaban abiertos en su totalidad y pude visitar tiendas como
las Galerías Lafayette de las más famosas de Paris y con una decoración
navideña inigualable.
Definitivamente he
conocido dos caras de París totalmente diferente en marzo del 2019 cuando vine
por primera vez que no cabía un alfiler y una ciudad silenciosa en diciembre
del 2020 durante un confinamiento parcial causado por el COVID-19.
Lo que más
extrañe además de mi familia fue la comida, ya que siento que a través de la
comida uno se logra sentir un poco más cerca de casa y con un menú tan distinto
y lejos de lo que acostumbro a comer cada año en Panamá fue un poco nostálgico,
pero sin duda alguna una experiencia más para la colección. Cuando estas lejos
de casa de aprende a valorar el verdadero significado de cada festividad.
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